El núcleo central de operación y mantenimiento comprende la gestión de la explotación de la línea de alta velocidad entre La Meca y Medina y ha sido asumido con carácter general por Renfe a través de la compañía local SSTPC, como líder en explotación de sistemas ferroviarios integrados, y de forma particular haciéndose cargo de todo lo relativo a la comercialización y prestación de los servicios de viajeros. Junto a Renfe, la gestión de las estaciones está a cargo de Adif, que además se encarga del mantenimiento en las mismas, de la gestión del tráfico y de la seguridad en circulación asociada a este último. Ineco, por su parte y en coordinación con Adif, está desarrollando la asistencia técnica a la gestión, planificación y control del mantenimiento de sistemas.
El AVE de Arabia Saudí se proyectó con los parámetros de una línea de alta velocidad europea, con una velocidad de diseño de 320 kilómetros hora, y centrada en el transporte de pasajeros, que serían atendidos en cinco estaciones: las de cabecera en La Meca y Medina, y tres estaciones intermedias en la ciudad de Yeda (Yeda Central), en su aeropuerto (Aeropuerto Internacional Rey Abdulá-KAIA) y una última en una ciudad de nueva creación, Ciudad Económica Rey Abdulá (KAEC).
Aunque Haramain High Speed Railway se concibiera como una línea de alta velocidad de definición europea, en la realidad ha primado una total adaptación a las características físicas y medioambientales de la zona y, sobre todo, a sus características socioculturales. Así, además de los servicios más comunes como la oferta comercial y restauración, salas vips y parking, las estaciones de la línea disponen de mezquita y helipuerto.